
Si Remus aúlla a la Luna llena cuando se transforma en lobo, yo comienzo a mirarla cada noche aullándole tu nombe, pidiéndole tu regreso.
Hay que ver qué irónica es la vida que, cuando tenemos a alguien “cerca” no lo aprovechamos y en cuanto nos es inaccesible, no paramos de necesitar una palabra suya.
Hay días que te veo en mis sueños y sé que estás bien. Te veo con tu ropa de charro, te escucho con tu melodiosa voz y ese acento que tanto me gusta… Y recuerdo que falta tan poco para nuestra fiesta… ¿Será que nos la vamos a perder este año?
Un año fuimos tres, otro año solos tú y yo… ¿tendré que celebrar sola esta vez? ¿Estamos predestinados a restar y no sumar? Es como si tuviéramos una extraña maldición que nos obliga a separarnos más de lo que ya nos toca.
Sea como sea, sé que un día u otro, leerás esto y sabrás que, al otro lado del charco, alguien te quiere y nunca te olvida.
Te quiero, Arthur…
Eres el mejor amigo en la distancia que alguien pueda tener…
¡¡¡CÓMO NO!!!
*Conste que NO ESTOY ENAMORADA DE TI, siento decepcionarte xDDD