“Morirás mientras sueñas conmigo”, fue la maldición que le escuchó susurrar con aquel tono lleno de hiel y dolor antes de que le colgara el teléfono. Esas palabras se repiten noche tras noche dentro de su cabeza, No ha vuelto a dormir desde entonces. No quiere. Tiene miedo a morir. Porque ella aparece en todos sus sueños.